Con énfasis en adolescentes CESFAM Norte conmemoró Día de la Prevención del Suicidio

Los Ángeles, septiembre de 2023; Durante todo el año, volcado en establecimientos educacionales y en otros espacios comunitarios, el CESFAM Norte ha trabajado en la temática de la prevención del suicidio, con énfasis en el segmento adolescente. Este esfuerzo tuvo su hito mayor en esta jornada, con la conmemoración anticipada del Día Mundial de la Prevención del Suicidio –cuya fecha oficial es el 10 de septiembre- a través de una feria de promoción de factores protectores de la salud mental.

La actividad intersectorial contó con la participación de escuelas, colegios y áreas de influencia del CESFAM, convocando a unas 200 personas, entre estudiantes, docentes, profesionales del centro de salud y representantes de instituciones colaboradoras; lo cual dio un carácter integral al evento, destacó Álvaro Basualto, psicólogo y director de este centro de salud familiar.

“Lo que queremos con esta feria, que es el espacio cúlmine de estas actividades, es llamar la atención, conversar, alertar, acerca de este fenómeno que –en las Américas- ha ido en aumento, por lo tanto, requiere de la preocupación intersectorial. Pero, sobre todo, en el ámbito de la salud, requiere de equipos abiertos a conversar, a establecer políticas de salud mental u otras acciones que nos permitan acoger a quien sufre más y poder hablar del suicidio sin ningún tapujo, con altura de miras, de una manera acogedora y contenedora de las personas que están sufriendo”.

“CUARTA OLA” DEL COVID-19
Múltiples son las razones que podrían explicar el exponencial deterioro de la salud mental en la población general de nuestro país y, específicamente, entre los más jóvenes. Sin embargo, planteó Basualto, la pandemia por Covid-19 generó efectos ya conocidos y devastadores a nivel sanitario, económico y social, alcanzado también el ámbito más íntimo de las personas. En el caso de los niños y adolescentes debieron absorber, además, una prolongadísima falta de clases presenciales, perdiendo un espacio de protección importante.

“Yo creo que nos pegó fuerte la pandemia. Estábamos esperando como lo que se hablaba en algún momento ‘la cuarta ola’, que tenía que ver con todos los efectos traumáticos que pudiese generar el Covid-19 y eso ha provocado un impacto, también, en la vida y en la salud mental de las personas, lo que ha tendido a aumentar estos niveles de suicidio. Pero, también, todo lo relacionado con las pérdidas de trabajo, con una economía que en algún momento fue bien afectada lo que, indudablemente, afectó a nuestras familias”.

SEÑALES DE ALERTA Y FACTORES PROTECTORES
Respecto de las señales que podrían alertar un eventual suicidio, indicó que en un adolescente una baja sostenida en su ánimo, que se encierre demasiado en su pieza, que no quiera comunicarse, que presente una disminución notoria en su rendimiento académico, que muestre labilidad emocional, son signos a considerar y sugerirían consultar a un especialista en busca de ayuda.

En contrapartida, como factores protectores frente a la conducta suicida están la familia, la comunidad y los establecimientos educacionales, estamentos dentro de los cuales deben primar la comunicación, el respeto y al afecto; y sumar acciones positivas como una buena compañía, cultivar el humor, practicar algún deporte, tener un pasatiempo e interesarse en los demás.

 

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