En Chillán INIA conoció el Balance Social como positiva herramienta de medición de impacto en la sociedad
Taller organizado por Embrapa de Brasil e INIA de Chile contó con la presencia de tres expositores brasileños y una cuarentena de investigadores y profesionales de INIA de seis regiones del país.
Chillán, Junio de 2018; En una iniciativa inédita en Chile que busca determinar el impacto que la investigación genera en la sociedad, tres investigadores de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), lideraron un taller destinado a investigadores y profesionales de INIA, conducente a capacitarlos en Evaluación de Impacto de la Investigación Agrícola.
Organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Embrapa e INIA, este taller se gestó en el marco de un proyecto de la Red de Evaluación de Impactos de IICA-Procisur, que busca crear capacidades para institucionalizar las evaluaciones de impacto en los institutos de investigación agropecuaria del cono sur latinoamericano.
El taller realizado en el INIA Quilamapu, en Chillán, conducente a generar un Balance Social piloto, tuvo por finalidad generar reflexión, conocimientos y capacidades en el INIA, aprovechando la participación de los especialistas de Embrapa y la experiencia de 25 años que poseen en este tipo de estudios.
La actividad que contempló cuatro jornadas, estuvo a cargo de los profesionales Flavio Ávila, director de la unidad de impacto de Embrapa, Geraldo Stachetti, líder del programa Ambitec de Embrapa, y Wilson da Fonseca, editor y redactor del Balance Social Embrapa.
Necesidad de mostrar los impactos en la sociedad
En Brasil, Embrapa realiza constantemente evaluación de sus impactos y del apoyo que brinda a otras instituciones, yendo mucho más allá de los informes, sino que midiendo la incidencia de su trabajo en la sociedad.
“Desde 1997, los impactos de Embrapa se registran en un documento llamado Balance Social que formaliza el trabajo de impactos y de otros indicadores institucionales”, sostiene Flavio Ávila. Agrega que los impactos y el Balance Social “son una evidencia visible de los recursos que Brasil da a Embrapa y el beneficio que ésta transfiere a la sociedad con su actuar institucional”.
Ávila, agrónomo y doctor en Economía Agraria, sostiene que la elaboración y estructura del Balance Social se genera en forma descentralizada desde todos los centros de Embrapa, pero con una fuerte coordinación y supervisión desde la sede principal. “Los auténticos gestores de cada Balance Social son los centros regionales con sus tecnologías e innovaciones” enfatiza.
En lo práctico, el directivo brasileño indica que los impactos y el Balance Social, además de concentrarse en un documento escrito de síntesis, está ampliamente detallado en intranet e internet para un acceso más masivo.
Flavio Ávila menciona que, con el paso del tiempo, Embrapa ha ido “internacionalizando el proceso de Balance Social”, haciéndolo extensivo a la corporación colombiana de investigación agrícola (Corpoica) que realizó su primer Balance Social con motivo de su aniversario 25.
“En definitiva -concluye Ávila- la evaluación de impactos y el Balance Social son estratégicamente claves para justificar los recursos que la sociedad otorga a Embrapa. Tenemos la esperanza de que el INIA adopte algo similar y nosotros podemos ayudarlos”.
Los beneficios de un Balance Social
El investigador y economista agrario de INIA Quilamapu, Jorge González, fue el encargado de organizar y coordinar este taller destinado a conocer la estructura y los alcances del Balance Social. Al término de la actividad, González resumió el trabajo realizado de la siguiente manera.
¿Cómo califica el desarrollo y resultado del taller?
– El taller, que duró cuatro días, tuvo amplia asistencia de investigadores, transferencistas, encargados de la unidad de planificación, seguimiento y evaluación (UPSE), revista científica ChileanJAR y periodistas, entre otros, totalizando alrededor de 40 profesionales. Los temas de impacto económico, socio-ambiental y científico -bajo enfoque de Balance Social- resultaron muy atractivos. Además, las ideas generales manifestadas por los participantes respecto de cómo continuar con este enfoque, dan fe del interés y éxito de la actividad.
¿Qué beneficios se obtendrían de implementarse el Balance Social en INIA?
– Este enfoque permite mostrar y demostrar el beneficio económico, social, ambiental y científico que recibe la sociedad desde el INIA, como contrapartida a los recursos que aquella coloca en la institución. También permite mostrar las tecnologías, productos y servicios que desarrollamos, la excelencia de nuestro personal, el monitoreo y seguimiento de la adopción tecnológica y -muy importante- la institucionalización y formalización del proceso de impactos, contenidos en un Balance Social o como se denomine.
¿Y ve factible su implementación?
– La evaluación de impactos en INIA se ha realizado ocasionalmente. No tenemos hoy una “cultura” de metodologías, importancia estratégica y “política” de estas evaluaciones, justificación social de recursos recibidos, y los planos táctico/operacionales necesarios para su implementación. El INIA hoy no está 100% maduro para institucionalizar este enfoque de impactos. El estudio piloto en construcción y las acciones como este taller hacen ver a nuestros profesionales que recién vamos en la dirección correcta.
¿Cómo ve la implementación y en qué plazos?
– Lo primero que debe entenderse es que el enfoque de evaluación de impactos no es un “problema” del economista o evaluadores. Primero debe pasar por el convencimiento de los profesionales y autoridades; sin esto, no es factible una implementación nacional, pues requiere planificación, compromiso, tiempo profesional y recursos institucionales. La experiencia de efectuar un estudio piloto, junto a un informe crítico respecto de esta primera experiencia, aportarán antecedentes para avanzar en el corto a mediano plazo, hacia iniciativas más amplias de evaluación. Tal vez, en un par de temporadas estemos en mejor posición para un estudio de alcance nacional. El involucramiento de investigadores, transferencistas, profesionales UPSE, periodistas, coordinadores nacionales y autoridades regionales serán claves.
– La evaluación de impactos en INIA se ha realizado ocasionalmente. No tenemos hoy una “cultura” de metodologías, importancia estratégica y “política” de estas evaluaciones, justificación social de recursos recibidos, y los planos táctico/operacionales necesarios para su implementación. El INIA hoy no está 100% maduro para institucionalizar este enfoque de impactos. El estudio piloto en construcción y las acciones como este taller hacen ver a nuestros profesionales que recién vamos en la dirección correcta.
¿Cómo ve la implementación y en qué plazos?
– Lo primero que debe entenderse es que el enfoque de evaluación de impactos no es un “problema” del economista o evaluadores. Primero debe pasar por el convencimiento de los profesionales y autoridades; sin esto, no es factible una implementación nacional, pues requiere planificación, compromiso, tiempo profesional y recursos institucionales. La experiencia de efectuar un estudio piloto, junto a un informe crítico respecto de esta primera experiencia, aportarán antecedentes para avanzar en el corto a mediano plazo, hacia iniciativas más amplias de evaluación. Tal vez, en un par de temporadas estemos en mejor posición para un estudio de alcance nacional. El involucramiento de investigadores, transferencistas, profesionales UPSE, periodistas, coordinadores nacionales y autoridades regionales serán claves.
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